Había un loco. Se revolcaba en el barro, pisaba espinas y púas. Siempre estuba contento consigo mismo y siempre discutía para demostrar que tenía razón.
Pasado un tiempo, se reunió con un médico competente que pudo curarlo. Como resultado, gradualmente mejoró y se puso completamente bien. Sus amigos y familiares le contaron sobre su condición anterior. Se estremeció y sintió que había sido una gran bendición haber encontrado a un buen médico que lo hubiese curado y lo librado de una vida de miseria. Incluso deseaba haberse reunido antes con el buen médico. * * * * * ¡Este mundo tiene tantos locos que no se pueden curar!. Y hay muchos otros locos que pueden curarse pero rechazarían el tratamiento. Incluso insultarían al buen médico como a un charlatán que intentase engañarlos. El tonto loco simboliza a una persona cegada por su codicia, ira y estupidez: está totalmente del revés y, sin embargo, cree que tiene razón. Insiste en salirse con la suya, rechaza el tratamiento e insulta a los buenos médicos que pueden acabar con su sufrimiento. |
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Octubre 2021
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