Un hombre encontró una piedra de jade en la montaña. Se lo ofreció al rey del país. El rey le pidió a su joyero que lo examinara y éste dijo que no era jade. Por lo tanto, el rey ordenó que le cortaran el pie izquierdo al hombre como castigo. Luego, después de que el príncipe heredero sucedió a su padre en el trono, ese hombre ofreció la piedra de jade al nuevo rey. Su joyero proclamó que tampoco era jade. Entonces, el nuevo rey ordenó que le cortaran el pie derecho al hombre como castigo. Luego, otro nuevo rey accedió al trono. El hombre abrazó su piedra de jade y lloró amargamente durante tres días y tres noches hasta el punto de llorar sangre. El nuevo rey se enteró de la historia y le preguntó por qué lloraba. El hombre respondió: “No estoy llorando por mis pies. Estoy amargado por el hecho de que mi jade fue confundido con piedra. ¡Mis palabras veraces fueron consideradas como falsas!” * * * * * La gente mundana está confundida. A menudo toma lo que es falso como verdadero y lo que es verdadero como falso. Se necesita mucho coraje para mantenerse firme y ser sincero cuando uno se enfrenta a la adversidad. Sin embargo, es responsabilidad de uno como ser humano ser veraz. |
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Octubre 2021
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